Kit setas Copelandia Hawaiian - Panaeolus Cyanescens var. Hawai

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KIT DE CULTIVO DE COPELANDIA HAWAIIAN: UNA DE LAS SETAS MÁS POTENTES DEL PLANETA

Copelandia Hawaiian, también conocida como Panaeolus cyanescens, es altamente reverenciada por aquellos que exploran los confines de la psicodelia. Este hongo alucinógeno presenta niveles de psilocibina notablemente superiores a los del cubensis, alcanzando hasta cinco veces más.

A diferencia de los kits de cultivo de Psylocibe Cubensis, el sustrato utilizado para la Copelandia Hawaiian consiste en estiércol de caballo, replicando así su entorno natural de crecimiento. El sustrato viene completamente colonizado con micelio de Copelandia Hawaiian, listo para comenzar.

El Kit de cultivo de hongos Copelandia Hawaiian proporciona todo lo necesario para cultivar tus propias Panaeolus cyanescens, unas setas místicas extremadamente potentes. 

El Kit de cultivo de Copelandia Hawaiian tiene una capacidad de 1200cc, más que suficiente para producir entre 30 y 50gr gramos de hongos secos. 

Guía paso a paso para kits 100 % micelio con mantillo

Nuestros kits vienen listos para entrar directamente en fase de fructificación.

Ya están completamente colonizados con micelio y cuentan con su capa de mantillo incluida, lo que ahorra semanas de trabajo y riesgo de contaminación.

Paso 1. Preparación inicial

• Abre la caja y saca el recipiente de cultivo con cuidado.
• Retira la tapa del recipiente, pero no toques ni remuevas el mantillo.
• Lava bien tus manos o utiliza guantes limpios. Trabaja en un espacio lo más limpio posible.
• Deposita y reparte uniformemente el mantillo por toda la superficie de micelio, toda la superficie sin dejar nada.
• Pulveriza agua abundantemente encima del mantilo, no pasa nada si queda un poco de agua en el interior del tupper

Paso 2. En la bolsa de cultivo

• Coloca el recipiente dentro de la bolsa de cultivo (incluida).
• Cierra la bolsa utilizando clips, dejando espacio para el intercambio de aire por los filtros.
• Sitúa la bolsa en un lugar cálido y con luz indirecta (no luz directa del sol).
• Temperatura ideal: entre 22 y 26 °C.
• Luz: suficiente para leer cómodamente, sin ser directa ni intensa.

Paso 3. Mantenimiento diario

• Abre la bolsa una o dos veces al día para renovar el aire. Esto es fundamental para evitar acumulación de CO₂ y estimular el desarrollo.
• Rocía agua limpia en el interior de la bolsa (nunca directamente sobre el sustrato). Esto mantiene la humedad alta.
• Observa la aparición de los primeros brotes (primordios), que suelen emerger entre los días 5 y 14.
• No manipules el pan ni intentes acelerar el proceso. Las Copelandia necesitan estabilidad y paciencia.

Paso 4. Cosecha

• Los frutos estarán listos cuando el sombrero comience a abrirse, pero antes de que se expanda por completo.
• Tómalos por la base y gira con suavidad para desprenderlos.
• Si lo prefieres, puedes usar unas tijeras limpias.
• Retira con cuidado para no dañar el micelio: esto facilitará futuros ciclos (flushes).

Paso 5. Flushes siguientes

• Después de la cosecha, retira restos visibles de setas o pie.
• Vuelve a cerrar la bolsa y mantén la humedad como al principio.
• En 5 a 10 días debería aparecer una nueva oleada. Puedes obtener entre 2 y 3 cosechas bien cuidadas.

Condiciones clave para el éxito

• Temperatura estable entre 22 y 26 °C (ideal 24 °C).
• Humedad alta sin exceso de agua estancada.
• Buena ventilación diaria para evitar contaminaciones.
• Luz natural indirecta o iluminación blanca LED suave, 12 horas al día.
• Evitar movimientos bruscos, contacto innecesario o cambios de ambiente.

Es una cepa inusual, desafiante y excepcionalmente bella. Su color azul metálico, sus sombreros delicados y su forma esbelta la hacen una especie altamente valorada por cultivadores con experiencia que buscan algo diferente.

En comparación con un cubensis, la Copelandia requiere más atención y cuidados… pero la recompensa es incomparable.

En Psycodelice.com promovemos una relación respetuosa con la naturaleza. Cultivar no es solo producir frutos, sino aprender, observar y conectarse con el proceso vital del micelio.